Las primeras zapatillas de y para correr que tuve fueron las
Kalenji Inspid PE10, compradas a final de 2009 por 54 euros en Decathlon y con descuento, puesto que valían unos 75 euros aproximadamente.
Me gustaba la
transpiración o ventilación que aportaba la malla a toda la puntera, la cual en verano es muy agradable pero en invierno refresca pero no enfría; la
amortiguación que suavizaba cada zancada con respecto a las Joma que tuve antes -y que no eran de running- y sobre todo, el
dinamismo de la suela que al iniciar una pisada la curvatura y la inercia ayudaban a completar el movimiento.
Pero no es así, sus cualidades se van perdiendo con el tiempo (lo materiales envejecen) y con su uso (kilómetros realizados). Además, las inclemencias meteorológicas pueden afectar negativamente y nuestro peso si es mayor del recomendado por el fabricante para el modelo, nuestro tipo de pisada al ser diferente que la diseñada para la zapatilla y la forma de correr.
Me gustaba la transpiración o ventilación que aportaba la malla a toda la puntera, la cual en verano es muy agradable pero en invierno refresca pero no enfría; la amortiguación que suavizaba cada zancada con respecto a las Joma que tuve antes -y que no eran de running- y sobre todo, el dinamismo de la suela que al iniciar una pisada la curvatura y la inercia ayudaban a completar el movimiento.
