Pero no es así, sus cualidades se van perdiendo con el tiempo (lo materiales envejecen) y con su uso (kilómetros realizados). Además, las inclemencias meteorológicas pueden afectar negativamente y nuestro peso si es mayor del recomendado por el fabricante para el modelo, nuestro tipo de pisada al ser diferente que la diseñada para la zapatilla y la forma de correr.En cuanto a las muestras visibles del desgaste podemos incluir roturas, rugosidad del talón, desaparición de las marcas de la suela o inclinación de la zapatilla en vista frontal o trasera. Respecto a los hechos no palpables, el limite de kilómetros: entre 500 y 800km, el tiempo de uno a dos años.
Como medidas de conservación, se recomienda no utilizarlas para lo que no están diseñadas: por ejemplo, las de running sólo para correr, ni fútbol ni paseos; mantener un mantenimiento óptimo: limpieza regularmente y almacenamiento en un lugar seco.
En las imágenes puedes ver el desgaste de la suela. En este caso uniforme, indicador de corredor universal.
También cómo se van compactando los talones a base de pisadas formando rugosidades y reduciendo la superficie y altura en las mismas cuando el desgaste está avanzado.
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